Este sábado en horas de la noche, el reconocido periodista Pedro Ureña dejó de existir a los 68 años como consecuencia de un infarto, según confirmaron fuentes cercanas a su familia y colegas de la prensa local. La noticia generó pesar entre comunicadores y ciudadanos que valoraban su aporte al periodismo dominicano.
Pedro Ureña fue una figura emblemática dentro de la comunicación regional, con una trayectoria que se extendió por varias décadas en distintos medios. Su estilo se distinguió por la seriedad, el compromiso con la verdad y la defensa firme de la libertad de prensa, valores que marcaron cada una de sus etapas profesionales y que lo convirtieron en un referente para el país.
Durante su carrera cubrió hechos de gran interés social, político y cultural, tanto a nivel local como nacional. Su estilo sobrio y claro le permitió conectar con la audiencia y transmitir los acontecimientos de forma comprensible, lo que le otorgó prestigio y credibilidad en el ámbito periodístico.

Entre sus logros se encuentran importantes coberturas y reconocimientos por la calidad de su trabajo, además de su influencia como formador de jóvenes profesionales. Varios comunicadores recuerdan cómo Pedro Ureña compartía consejos y transmitía enseñanzas en redacciones y coberturas, convirtiéndose en un mentor clave para nuevas generaciones.
Más allá de sus publicaciones, su huella quedó marcada en quienes trabajaron a su lado. La capacidad para orientar y acompañar a otros periodistas lo convirtió en un colega respetado y en una voz de referencia en la región. Su partida representa una pérdida significativa, pero su legado perdurará en la memoria de la prensa dominicana y en cada una de las historias que narró con dedicación.
La redacción de este medio se une al dolor de familiares, amigos y compañeros de profesión, expresando condolencias ante la partida de un hombre cuya vida estuvo dedicada al periodismo. Pedro Ureña deja un vacío difícil de llenar, pero también un ejemplo de compromiso, ética y entrega que seguirá siendo recordado.