Padres de Enmanuel Valdez
Para muchos jóvenes dominicanos, ingresar a las Grandes Ligas simboliza no solo la realización de un sueño, sino también la oportunidad de transformar la vida económica de sus familias. Sin embargo, la historia de Enmanuel Valdez, intermedista de los Medias Rojas de Boston, se aparta de esta narrativa común gracias a los sólidos valores inculcados por sus padres, Humberto Valdez y Cristina Bidó.
Hijo de dos profesores, Valdez creció en un entorno donde la prioridad siempre fue la educación y el esfuerzo académico. "En casa, lo primero eran las tareas", recuerda Enmanuel, quien destaca cómo sus padres se aseguraban de que él y sus hermanas cumplieran con sus estudios antes de cualquier otra actividad, incluso el béisbol.
Humberto, técnico en educación, y Cristina, profesora de nivel inicial, continúan trabajando activamente, y pese al éxito financiero de su hijo, han decidido no depender económicamente de él. "Siempre me dicen que no necesitan nada mientras estén trabajando", comparte Valdez.
Aunque sus padres han rechazado su apoyo económico directo, Valdez ha asumido la responsabilidad de velar por sus dos hermanas, a quienes describe como "los dos tesoros de la casa". Además, en los pocos momentos en los que sus padres aceptan su ayuda, es para cubrir los gastos relacionados con sus viajes a Boston, donde van a verlo jugar.
Con 125 partidos en la MLB y una carrera en ascenso, Valdez ha acumulado un salario de 743,500 dólares, según Baseball Reference. Actualmente, también forma parte de las Estrellas Orientales en la Lidom, donde sigue demostrando su talento.
Aunque sus estadísticas en el torneo invernal han sido modestas (.172 en 15 partidos), su compromiso con el deporte y su familia sigue siendo admirable.
La historia de Enmanuel Valdez es un recordatorio de que el éxito no solo se mide por logros deportivos o económicos, sino también por los valores que se reflejan en las acciones hacia los seres queridos. Su dedicación a su familia y la gratitud hacia sus padres por la educación recibida son un ejemplo inspirador para la comunidad dominicana y más allá.