Osvaldo Virgil

Osvaldo Virgil, el primer dominicano en jugar en las Grandes Ligas, falleció este domingo a la edad de 92 años, dejando un legado indeleble en la historia del béisbol y en el deporte dominicano.

Virgil, quien hizo su debut el 23 de septiembre de 1956 con los Gigantes de Nueva York, fue un pionero que abrió el camino para los jugadores dominicanos en las ligas mayores, desafiando las barreras de su tiempo. Conocido como "El Orégano" y "El Pionero", tuvo una carrera que lo llevó a jugar para equipos como los Tigres de Detroit, los Orioles de Baltimore, los Atléticos de Kansas City y los Piratas de Pittsburgh.

En el béisbol invernal dominicano, destacó no solo como jugador con los Leones del Escogido, sino también como coach y dirigente, consolidándose como una figura fundamental en el pasatiempo nacional. Aunque surgieron jugadores con mayor reconocimiento a lo largo del tiempo, Virgil siempre será recordado por ser el primero en alcanzar lo que parecía imposible para los peloteros dominicanos de su época.

Su famosa frase, "El sonido del bate chocando la pelota me da vida", refleja su inquebrantable pasión por el béisbol, una pasión que mantuvo hasta sus últimos días. Virgil dedicó parte de su tiempo a entrenar y guiar a jóvenes talentos en la academia de los Mets de Nueva York en Jubey, lo que se convirtió en una de sus grandes satisfacciones.

El legado de Osvaldo Virgil seguirá vivo en el corazón de los aficionados al béisbol, no solo por su trayectoria dentro del terreno de juego, sino también por su impacto fuera de él, marcando un antes y un después en la historia del deporte dominicano.

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