Nuria y el caso de Ismael Ureña Pérez
hace 2 semanas · Actualizado hace 2 semanas
La muerte de Ismael Ureña Pérez, un talentoso prospecto de 14 años, ha conmocionado a la República Dominicana, revelando una oscura problemática en el mundo del béisbol juvenil. Este caso evidencia los riesgos de las prácticas ilícitas en academias que priorizan ganancias sobre la salud de los jóvenes.
Un sueño truncado por sustancias prohibidas
Ismael, oriundo de San Luis, Santo Domingo Este, ingresó a la Academia de Yordy Cabrera con la esperanza de alcanzar las Grandes Ligas. Sin embargo, según denuncias, fue inyectado con boldenona, un esteroide veterinario ilegal en humanos, que le causó severos daños en el hígado y el cerebro, resultando en su fallecimiento el pasado 25 de julio.
El joven experimentó cambios físicos alarmantes, fiebres, vómitos, irritabilidad y dolores severos antes de ser ingresado al hospital Ramón de Lara. Pese a los esfuerzos médicos, cayó en coma y murió tras cinco días de hospitalización.
Familiares devastados y en busca de justicia
Los padres de Ismael han denunciado a Yordy Cabrera, quien alega haber suministrado únicamente vitaminas, aunque dos hermanos mayores del joven también acusan al entrenador de administrar inyecciones frecuentes bajo pretextos similares.
Entre lágrimas, el padre de Ismael relató momentos de angustia:
"Él me decía, ‘abrázame mucho, papi’. Yo no puedo ver esas fotos. Mi hijo era un niño bueno con sueños grandes, quería sacarnos de la pobreza".
Por su parte, la madre, Iris Pérez, recordó cómo su hijo escapó de la academia tras ser retenido contra su voluntad:
"Me dijo: ‘Mami, me duele mucho, no me siento bien’. Cuando vi los orines, era sangre".
El uso de boldenona: un peligro mortal
La boldenona, conocida como “caballín”, es un esteroide desarrollado para uso veterinario y prohibido en humanos. Según la doctora Laura Anabel Pinedo, esta sustancia puede causar fallos hepáticos, infartos, trombosis y alteraciones hormonales severas. En jóvenes, los efectos son aún más devastadores.
Este caso se suma a un patrón de prácticas negligentes y peligrosas en academias que buscan aumentar el rendimiento de los prospectos para asegurar lucrativas firmas con equipos de Grandes Ligas.
Falta de regulación y complicidad institucional
El abogado de la familia, Rusell Orlando Aracena, denuncia obstáculos legales y conflictos de interés en la Fiscalía de Santo Domingo Este, que inicialmente rechazó la querella contra Cabrera. Irónicamente, el entrenador presentó una denuncia contra el hermano mayor de Ismael, acusándolo de amenazas, lo que retrasa aún más el proceso judicial.
Un llamado a la acción
En 2023, las Grandes Ligas invirtieron más de 89 millones de dólares en firmar prospectos dominicanos, un sistema lucrativo que, sin embargo, deja a muchos jóvenes expuestos a prácticas ilegales y riesgos mortales.
Familiares, abogados y organizaciones exigen sanciones contundentes y un marco legal que regule las academias y prohíba estrictamente el uso de sustancias dopantes. Además, destacan la necesidad de campañas educativas y controles antidopaje efectivos para evitar que tragedias como esta se repitan.
Un deporte en crisis
La historia de Ismael Ureña Pérez es un recordatorio desgarrador de los riesgos que enfrentan los jóvenes deportistas dominicanos en su lucha por alcanzar el éxito. Sin una regulación adecuada, el béisbol, orgullo nacional, seguirá viéndose empañado por tragedias que destruyen sueños y vidas.
Este caso no solo pide justicia, sino una reforma integral que garantice que el talento de los jóvenes sea protegido y valorado en lugar de explotado.
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