Nuevamente Nuria Enfrentar a falsa cirujana

hace 1 año · Actualizado hace 1 año

La reconocida y prestigiosa presentadora, Nuria Piera, sigue de cerca los movimientos de la falsa médico, Karla María Moya Boada, a quien había desenmascarado hace un tiempo y pese a lograr el cierre definitivo de su anterior consultorio, por orden del Ministerio de Salud Pública, se entiende que esta ha retomado la realización de cirugías estéticas en otro centro médico, el Centro de Medicina Reproductiva Integral y de Atención a la Femenina (CEMERAF). Esta nueva revelación ha generado preocupación en la comunidad médica y la opinión pública.

A través de una investigación periodística, se ha descubierto que Moya Boada opera en CEMERAF y hace que los pacientes firmen un documento antes de los procedimientos, que parece más un intento de convencer a los interesados de que los procedimientos son simples y seguros, cuando en realidad no lo son.

La situación legal en torno a la clínica CEMERAF y su propietaria, la doctora Libni Valenzuela Matos, se ha vuelto más compleja a raíz de nuevas revelaciones, pues los conceptos de los cheques se trataban de aportes, inversiones y compras de equipos para CEMERAF, una sociedad comercial legalmente constituida, en la cual no figura como socio, accionista o miembro del consejo de administración Alexis Medina, ya que en lugar de aparecer como socio, aparece la acusada Libni Valenzuela, de quien el acusado es padrino de su boda y de uno de sus hijos.

En virtud de estos hechos, Libni Arodi Valenzuela Matos es acusada de actos propios de lavado de activos tipificados en la Ley 155-17, como el testaferrato y otras circunstancias agravadas del lavado.

La comunidad médica y la opinión pública exigen acciones legales adecuadas para abordar esta preocupante situación y garantizar la seguridad de los pacientes. La situación sigue siendo objeto de atención y debate público en el país.

El abogado Eduard Veras Vargas comentó que el documento revelado por la investigación periodística parece diseñado para vender a los clientes en lugar de informar a los pacientes, lo que plantea serias preocupaciones éticas y legales.

Por otro lado, el doctor Sergio Guzmán, presidente de la Sociedad Dominicana de Cirujanos Plásticos y Reconstructivos, indicó que este tipo de documentos permite que la supuesta doctora se desvincule de cualquier responsabilidad por los procedimientos, lo que es inaceptable en el campo de la medicina.

Las autoridades están tomando medidas para abordar adecuadamente esta situación. Justo este miércoles, los jueces del Segundo Tribunal Colegiado del Distrito Nacional otorgaron un plazo de 48 horas para que la propietaria de la clínica vinculada en la red de corrupción desmantelada mediante la Operación Antipulpo, apodere a un abogado para representar a su empresa, ya que le había sido asignado un defensor público por órdenes del tribunal, sin embargo, esto no aplica dado que es una empresa, donde precisamente ahora la supuesta cirujana venezolana está volviendo a ejercer.

La Procuraduría Especializada de Delitos contra la Salud estará a cargo de esta situación y se espera investiguen exhaustivamente este caso. En tal sentido, está en sus manos determinar las responsabilidades correspondientes de todas las personas y empresas involucradas ante esta caja de pandora de supuestos profesionales con títulos falsos y sin validar que atentan con aparente inmunidad contra la Salud Pública.

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