Madre de Carlos Josué Méndez Fulcar

Santo Domingo, República Dominicana – La tragedia tocó las puertas de una familia en el sector Juan Pablo Duarte, cuando un niño fue alcanzado por una bala perdida durante un tiroteo en su vecindario. Mientras uno de sus hijos sobrevivió milagrosamente, otro perdió la vida en un episodio que ha dejado consternada a toda la comunidad.

La madre de Carlos Josué Méndez Fulcar, el menor fallecido, narró entre lágrimas cómo la fatalidad golpeó a su familia:

"Todavía estoy llorando y agradeciendo a Dios porque mi hijo está a salvo, pero sin imaginar que el otro estaba ahí tirado".

Carlos Josué estaba en la azotea jugando con un amigo, soñando con ser pelotero, cuando fue alcanzado por una bala. Otro proyectil rozó la oreja de su hermano mayor, quien se encontraba dentro de la casa.

El tiroteo tuvo lugar en la calle A esquina 6 de la urbanización, cuando Ricardo Alejandro Tejada, señalado como el principal sospechoso, persiguió a una víctima y abrió fuego, causando la muerte de un hombre. Las balas alcanzaron también a los niños, quienes se encontraban ajenos al conflicto.

El abogado de la familia, William Mateo, ha criticado la medida de coerción impuesta a Tejada, calificándola de insuficiente.

"Fue un asesinato con premeditación. Lo persiguieron y le dispararon hasta quitarle la vida", expresó Mateo, quien también pidió que otros implicados en el caso enfrenten cargos.

Vecinos del sector han manifestado su preocupación ante la violencia y exigen leyes más severas para evitar que hechos como este vuelvan a ocurrir.

La revisión de la medida de coerción contra Ricardo Alejandro Tejada está programada para el 6 de febrero, una fecha clave en el proceso judicial. Mientras tanto, la comunidad y los familiares del niño esperan justicia y acciones contundentes por parte de las autoridades.

Este trágico suceso pone nuevamente en el debate público la problemática de las balas perdidas y la inseguridad en los barrios dominicanos. La familia Méndez Fulcar pide justicia, no solo por la vida de su hijo, sino también para evitar que otras familias pasen por un dolor similar.

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