En Santo Domingo, República Dominicana, la tarde de este viernes se registró un suceso violento que cobró la vida de Rafael Recio Espinal, conocido en su comunidad con el apodo de Oreja. El hecho ocurrió en el sector Villa Verde, Manoguayabo, perteneciente al municipio Santo Domingo Oeste, cuando dos hombres a bordo de una motocicleta lo interceptaron en plena vía pública y le dispararon en repetidas ocasiones.
De acuerdo con los reportes iniciales, los responsables llegaron armados y sorprendieron a Recio Espinal frente a un establecimiento identificado como La Negra. Allí le propinaron varios proyectiles que acabaron con su vida de manera inmediata, dejando consternación entre los transeúntes y vecinos que presenciaron el ataque. Tras la acción, los agresores emprendieron la huida, lo que ha dificultado hasta el momento su captura.
Los testimonios de personas allegadas a la víctima apuntan a que el crimen podría estar relacionado con disputas por el control de puntos de venta de sustancias ilícitas en Manoguayabo. Según versiones de la comunidad, Recio Espinal habría tenido participación en estas actividades, lo que lo colocó en el centro de conflictos con otros grupos que operan en la zona.
Este no era el primer incidente en el que “Oreja” se veía involucrado. Meses atrás, el joven de 32 años se entregó voluntariamente a las autoridades después de que circulara un video en redes sociales que se hizo viral. En las imágenes se le observaba golpeando a varios jóvenes y realizando disparos contra uno de ellos, ocasionándole una herida en la pierna. El caso generó un proceso judicial en su contra, aunque posteriormente logró recuperar la libertad.
Tras su salida, los reportes comunitarios indican que retomó las actividades relacionadas con la distribución de sustancias prohibidas en el sector, manteniendo un rol de liderazgo en ciertos puntos de control. Esta situación habría intensificado los conflictos con otros grupos, lo que refuerza la hipótesis de que su muerte está vinculada a un ajuste de cuentas interno.
El ataque en Villa Verde se suma a la serie de antecedentes que acompañaban a Recio Espinal y que lo colocaban en un escenario de alto riesgo. Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido detalles oficiales sobre la identidad de los atacantes ni sobre avances en las investigaciones. Tampoco se han confirmado detenciones relacionadas con este hecho, lo que mantiene a la comunidad en expectativa y con preocupación ante la inseguridad en el sector.
Vecinos del área expresaron que, aunque no se sorprendieron por el desenlace, el hecho generó alarma debido a la forma en que ocurrió: a plena luz del día y en un espacio público frecuentado por residentes y comerciantes. “Fue algo rápido y violento, la gente salió corriendo”, comentó un testigo que presenció la escena.
El cuerpo de Rafael Recio Espinal fue levantado por las autoridades competentes y trasladado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), donde se le practicará la autopsia correspondiente. Este procedimiento permitirá determinar con exactitud la cantidad de impactos recibidos y los detalles técnicos que formarán parte de la investigación judicial.
Mientras tanto, la Policía Nacional ha iniciado operativos en distintos puntos de Santo Domingo Oeste en busca de los responsables. Sin embargo, no se han dado a conocer resultados preliminares de estas acciones.
La historia de “Oreja” refleja la combinación de conflictos personales, antecedentes judiciales y la incidencia del narcotráfico en comunidades como Manoguayabo, donde los enfrentamientos por el control de territorios siguen cobrando vidas. Su muerte, aunque previsible para algunos por el entorno en el que se desenvolvía, ha puesto nuevamente en evidencia la necesidad de reforzar la seguridad y las acciones preventivas contra la violencia en los barrios del Gran Santo Domingo.