Ismael Ureña Pérez
Santo Domingo Este, RD – La comunidad dominicana se encuentra conmocionada tras el fallecimiento de Ismael Ureña Pérez, un joven de 14 años que aspiraba a ser pelotero profesional y que, según denuncias, murió debido a la inyección de esteroides veterinarios en una academia de béisbol. Dos de sus hermanos, quienes también entrenaban en la misma academia, presentan secuelas de salud relacionadas con estas sustancias.
Ismael Ureña comenzó a manifestar síntomas graves durante el verano pasado, mientras se entrenaba en la Yordy Cabrera Baseball Academy, en el municipio de San Luis. Entre los síntomas se encontraban piernas entumecidas, coloración amarillenta en los ojos y orina teñida de rojo. Tras alertar a su madre, Iris Pérez, de que estaba siendo "maltratado", ella decidió llevarlo al médico, donde los análisis revelaron la presencia de sustancias destinadas a caballos.
Luego de la trágica muerte de Ismael, sus padres, Inoel Ureña e Iris Pérez, contactaron al abogado José Orlando Aracena Peña, de la Fundación Familia Sin Violencia (Funfasinvi), quien asumió el caso. La familia ha exigido justicia y ha presentado una querella formal ante la Fiscalía de Santo Domingo Este contra el expelotero y entrenador Yordy Cabrera, quien presuntamente fue responsable de inyectar a los jóvenes sin consentimiento de sus padres.
Aracena ha denunciado que los entrenadores en algunas academias recurren a esteroides para "impresionar" a los scouts, pero estos efectos son efímeros y perjudiciales para la salud de los jóvenes. La organización Funfasinvi ha adoptado el caso bajo el nombre "Rescatando a Esmerling", en honor a uno de los hermanos de Ismael, quien también ha sufrido graves secuelas.
El abogado Russel Aracena explicó que Yordy Cabrera podría enfrentar cargos bajo varios artículos del Código Penal Dominicano y la Ley 136-03 para la Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, entre otros. La familia y la fundación piden que se aplique la Ley 50-88 sobre Drogas y Sustancias Controladas para sancionar el uso ilegal de esteroides en menores de edad.
Este caso ha motivado a Funfasinvi a cuestionar los métodos en algunas academias de béisbol, subrayando la necesidad de una regulación más estricta para proteger la integridad de los jóvenes que sueñan con llegar a las Grandes Ligas. Aracena ha señalado que la Procuraduría de Niños, Niñas y Adolescentes debe tomar un rol activo en monitorear y regular estas academias para evitar que estos casos se repitan.
Este lamentable suceso plantea una urgencia de revisión y acción en el sistema de formación de peloteros en República Dominicana, para evitar que jóvenes talentos arriesguen su salud y sus vidas por prácticas cuestionables en la búsqueda del éxito deportivo.