Santiago.– La familia de José Vladímir Valerio Estévez, conocido cariñosamente en su comunidad como El Barbero, acudió este viernes a la Fiscalía de Santiago para depositar documentos y pruebas que, según aseguran, desmienten la versión oficial ofrecida por la Policía Nacional respecto al operativo en la avenida Olímpica, en el sector La Barranquita, donde cinco personas perdieron la vida.
El abogado y primo del joven, Rafael Valerio, sostuvo que cuentan con elementos probatorios y testimonios que comprometen directamente a varios de los agentes que participaron en la acción. “Lo más importante es limpiar el nombre de Vladímir Valerio Estévez y que quede claro que no tenía vínculos con actividades ilegales”, declaró tras reunirse con el fiscal Geraldo Ponce en la sede judicial.
Valerio recordó que su primo se dedicaba desde muy joven al oficio de barbero, que era su sustento y pasión. “Las únicas herramientas que él conocía eran tijeras y máquinas de recortar. Esos eran sus objetos de trabajo”, enfatizó. También mencionó que, además de la barbería, la música formaba parte de sus motivaciones personales.
El abogado denunció supuestas irregularidades en el manejo del operativo, como la desaparición de equipos de la peluquería y la manipulación de evidencias en la escena. Explicó que, entre los fallecidos, se encontraba un cliente que simplemente acudió al lugar de manera circunstancial y que no tenía relación alguna con las personas señaladas en la investigación policial.
La familia también informó que ha conformado un equipo de juristas nacionales e internacionales con el propósito de recuperar y preservar grabaciones de cámaras de seguridad. Según afirman, algunas de estas habrían sido eliminadas o alteradas tras el operativo. “Tenemos acceso a videos que ellos no saben que existen y que muestran otra realidad de lo sucedido en La Barranquita”, aseguró el representante legal de los familiares.
Sobre los pasos a seguir, Rafael Valerio adelantó que solicitarán formalmente la intervención de las máximas autoridades del país. Indicó que ya han recibido acercamientos tanto de la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, como del director de la Policía Nacional y de la procuradora general de la República, Yeni Berenice Reynoso, quienes expresaron interés en sostener una reunión con la familia para escuchar su versión y dar seguimiento al caso.
Mientras tanto, una fuente policial confirmó que varios agentes involucrados en el operativo están siendo interrogados dentro de un proceso interno. En paralelo, la Procuraduría General de la República designó al procurador adjunto Wilson Camacho y a la fiscal interina de Santiago, Quirsa Abreu, para encabezar las indagatorias, siguiendo instrucciones directas de Reynoso, quien exigió que se determinen de manera objetiva las circunstancias del hecho.
Las víctimas del operativo fueron identificadas como Edward Bernardo Peña Rodríguez, Carlos Enrique Guzmán Navarro (alias Charly Chasc), José Vladímir Valerio Estévez, Elvis Antonio Martínez Rodríguez y Julio Alberto Gómez. Todos fueron trasladados al Hospital José María Cabral y Báez de Santiago, donde se certificó oficialmente su fallecimiento.
El suceso, ocurrido en una plaza de La Barranquita, ha generado una fuerte tensión en la sociedad santiaguera. Por un lado, la Policía sostiene que se trataba de un grupo vinculado a actividades delictivas; por otro, familiares y allegados insisten en que al menos dos de los fallecidos, entre ellos Valerio Estévez, no tenían relación alguna con hechos ilegales.
La comunidad continúa exigiendo explicaciones claras y justicia, mientras los familiares reiteran su determinación de llegar hasta las últimas consecuencias para que se conozca la verdad. La controversia en torno al operativo se mantiene en el centro del debate público en Santiago, donde persiste la expectativa de que las autoridades esclarezcan plenamente lo ocurrido y establezcan las responsabilidades correspondientes.