Santo Domingo, RD – Con profundo dolor, la familia, amigos y compañeros de la Policía Nacional dieron el último adiós al cabo José Alberto Arias de Jesús, quien falleció en un operativo en Los Guaricanos, Santo Domingo Norte.
José Alberto provenía de una familia de policías. Su padre, José Alberto Arias Moronta, también formó parte de la institución y perdió la vida en el año 2004. Su hermano Darlin Arias, igualmente miembro de la Policía, permaneció por horas junto al ataúd de José Alberto en la Funeraria Vista del Edén, visiblemente afectado por la pérdida.
Entre lágrimas, su madre, Nancy de Jesús, pidió a Dios que no le permitiera sentir odio hacia quienes le arrebataron a su hijo. «Dios, no dejes que guarde rencor en mi corazón», clamó, recordando el esfuerzo con el que crió a sus hijos y las dificultades que enfrentaron juntos.
El joven cabo, de 28 años, tenía grandes planes para su futuro. Estudiaba Psicología Clínica en la Universidad del Caribe, pero antes de completar su carrera, quería comprar un apartamento para su esposa y sus dos pequeñas hijas, de seis años y seis meses.
El trágico suceso ocurrió en una fiesta clandestina en un taller de pintura en el barrio Los Motores, en Los Guaricanos. La Policía fue alertada por los vecinos debido al alto volumen del sonido, lo que llevó al Sistema 911 a enviar una patrulla para intervenir.
Según el informe oficial, los agentes fueron recibidos a tiros y, en medio del enfrentamiento, el cabo Arias de Jesús resultó gravemente herido. Fue trasladado de urgencia al Hospital Ney Arias Lora, donde lamentablemente falleció mientras recibía atenciones médicas.
Las autoridades han arrestado a Henríquez Alberto, alias «Keiro», dueño del taller donde se realizaba la fiesta, y a Franklin Montero Escolástico, de 28 años, quien habría entregado el arma utilizada en el ataque.
Mientras la Policía avanza en la investigación, la comunidad y sus compañeros de la institución exigen justicia para honrar la memoria de un agente que perdió la vida cumpliendo con su deber.






