El caso de Juan Ramírez y sus movimientos
hace 3 horas · Actualizado hace 3 horas
![](https://noticiasrd.info/wp-content/uploads/2025/01/Captura-de-pantalla-2025-01-31-140701.png)
En una comunidad remota de la región del Cibao, Juan Ramírez, un hombre de 43 años, enfrenta una extraña enfermedad neurológica que le impide controlar sus movimientos. Su historia ha conmovido a la comunidad y generado un amplio debate sobre la falta de acceso a servicios de salud en zonas rurales.
Todo comenzó hace más de 20 años, cuando Ramírez, recién terminado el bachillerato, comenzó a notar pérdidas de equilibrio frecuentes. "Al principio solo me tambaleaba, pero con el tiempo empeoró", relató. Sus movimientos involuntarios afectaron cada aspecto de su vida, transformando su rutina diaria en una lucha constante.
Sin un diagnóstico claro, la familia de Ramírez decidió mudarse a una zona apartada, lejos de las burlas y el miedo que su condición generaba. Su madre compartió que, al trasladarse a la Loma, se sentían más tranquilos y alejados de la incomprensión de los demás. "Nos vinimos a la Loma para estar más tranquilos", expresó.
La enfermedad no solo ha limitado su movilidad, sino también su estado de ánimo. "A veces me siento triste, pero sigo adelante", comentó Ramírez, quien lamenta la imposibilidad de trabajar en la agricultura, su medio de vida, lo que ha reducido sus ingresos y su independencia. Sin embargo, mantiene el deseo de seguir siendo activo y contribuir.
Durante su adolescencia, Ramírez estudió en varias escuelas rurales y, a pesar de su enfermedad, logró terminar la secundaria. "Caminaba largas distancias y tomaba transporte público para llegar al liceo", recordó con determinación. Lamentablemente, la enfermedad le impidió continuar sus estudios superiores o acceder a un empleo estable.
El acceso a médicos especialistas ha sido uno de sus mayores obstáculos. En 2001, le recomendaron ir a un neurólogo, pero la distancia, las dificultades económicas y la falta de infraestructura médica en su comunidad le han impedido recibir la atención constante que necesita. A pesar de tomar medicamentos para aliviar los síntomas, su estado de salud ha empeorado.
La comunidad donde vive Ramírez es de difícil acceso, con caminos empinados y largas distancias hasta la ciudad más cercana. A pesar de estos desafíos, su familia ha encontrado en ese lugar un refugio. "Aquí tenemos nuestro hogar, aunque sea humilde", expresó su padre.
La historia de Juan Ramírez ha generado reflexión sobre la falta de acceso a salud en zonas rurales, un tema que muchas veces se pasa por alto en el debate sobre el sistema de salud. La solidaridad de la comunidad y el apoyo recibido en redes sociales han sido un alivio para él, quien sigue con la esperanza de que, con la ayuda médica adecuada, pueda mejorar su calidad de vida.
![](https://acontecer-dominicano.com/wp-content/uploads/2025/01/3-2-1024x762.png)
OTRAS NOTICIAS