Durante la madrugada del martes, en el edificio 2295 del Bronx, Nueva York, un hecho generó alarma entre los residentes y movilizó a las autoridades locales. Una joven fue encontrada en estado crítico al pie de una escalera, en circunstancias que inicialmente parecían de origen médico, pero que pronto evidenciaron indicios de agresión.
La víctima fue identificada preliminarmente como Princesa Encarnación Soto, quien presuntamente podría tener nacionalidad dominicana, aunque este dato aún no ha sido confirmado oficialmente. Según el informe inicial de las autoridades, la joven presentaba múltiples signos visibles de violencia, incluyendo hematomas, ataduras y lesiones severas en distintas zonas del cuerpo.

De acuerdo con las investigaciones, la joven se encontraba visitando un apartamento en el cuarto piso del edificio, donde habría sido agredida. Posteriormente, fue envuelta en una frisa y dejada en el pasillo, donde fue hallada por vecinos en condiciones muy delicadas.
Una testigo indicó que observó a una mujer bajar una funda blanca hacia el área de desechos del edificio. Según relató, la sábana en la que fue envuelta la víctima estaba dentro de esa funda. La mujer fue identificada por la testigo como la suegra de la joven afectada.
Las autoridades confirmaron que esta mujer se encuentra bajo custodia policial como sospechosa, mientras que la pareja sentimental de la víctima también es buscada por su presunta implicación en el hecho. Su identidad no ha sido revelada, y al momento se mantiene prófugo.

El jueves, agentes del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) regresaron al apartamento donde ocurrió el hecho para continuar la recolección de evidencias. Esta labor forma parte del proceso de investigación, que aún se encuentra en curso.
Los paramédicos que acudieron al lugar informaron que la joven todavía presentaba signos vitales al momento del hallazgo y que se realizaron maniobras para estabilizarla durante el traslado. Sin embargo, más tarde se confirmó su fallecimiento en el hospital.
El caso ha motivado la revisión de protocolos relacionados con agresiones en espacios residenciales compartidos. Además, la colaboración de vecinos ha sido clave en el avance de las pesquisas.
El proceso legal continúa abierto a la espera del informe oficial del forense, que permitirá establecer con precisión la causa del deceso. Las autoridades han instado a la comunidad a colaborar con información adicional a través de la línea confidencial del NYPD.