Alejandrina Fernández Pineda -M

hace 6 horas · Actualizado hace 6 horas

La historia de Alejandrina Fernández Pineda, una joven nicaragüense de 30 años, ha tomado un giro desgarrador que ha impactado a su familia y la comunidad internacional. Alejandrina, quien residía en México desde hacía aproximadamente seis meses, desapareció el 27 de octubre tras comunicar a sus familiares que intentaría cruzar la frontera hacia los Estados Unidos. Lamentablemente, fue a inicios de diciembre cuando su familia se enteró de su trágico destino: había sido asesinada en Tijuana, una de las ciudades con mayores índices de violencia en el país.

Lo que ha agravado el dolor de sus seres queridos es la confusión que rodeó el paradero de su cuerpo. Alejandrina fue inicialmente catalogada como desconocida y permaneció un mes en la morgue de Tijuana. Sin embargo, cuando su familia llegó con la esperanza de repatriar sus restos a Nicaragua, se encontró con una amarga sorpresa: el cuerpo había sido enviado erróneamente a una facultad de medicina para prácticas académicas de estudiantes.

La decisión de enviar cuerpos no reclamados a facultades de medicina o fosas comunes ha sido justificada por las autoridades locales debido a la saturación en las morgues de Tijuana, pero ha causado un profundo impacto en la familia de Alejandrina, que viajó con gran esfuerzo para recuperar los restos de su ser querido.

Un funcionario mexicano explicó que la morgue se enfrenta a la superpoblación de cuerpos, y que aquellos en mejores condiciones son enviados a universidades públicas para prácticas de medicina, mientras que otros en estado avanzado de descomposición van a fosas comunes. Este procedimiento común, aunque administrativamente lógico, ha significado un proceso doloroso y confuso para la familia de Alejandrina.

La madre y la hermana de Alejandrina solo han tenido acceso a una fotografía que muestra el cuerpo desnudo de la joven con la boca entreabierta al ser transportado a la facultad de medicina, lo que ha incrementado su angustia y desesperación por devolverla a casa dignamente.

Este trágico caso pone en evidencia la compleja realidad que viven miles de migrantes y las dificultades que enfrentan sus familias en la búsqueda de justicia y dignidad.

La comunidad y organizaciones en defensa de los derechos humanos han comenzado a movilizarse para brindar apoyo a la familia y exigir respuestas claras sobre el manejo del caso. Mientras tanto, el objetivo principal de la familia sigue siendo repatriar el cuerpo a Nicaragua para darle un descanso digno y merecido.

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