Alejandro Almonte destapa secretos de la PN

El reconocido comunicador y abogado Alejandro Almonte, padre del joven Wendel Almonte, quien fue asesinado el mes pasado, ha ofrecido duras declaraciones sobre la corrupción interna y los problemas éticos que enfrentan los agentes de la Policía Nacional de la República Dominicana. Almonte, exteniente de la institución y desvinculado en 2011 tras 16 años de servicio, abordó los desafíos que, según él, obstaculizan el progreso de la reforma policial y el sistema de justicia en el país.

En una entrevista concedida a Apogeo TV, Almonte hizo acusaciones graves sobre la corrupción dentro del cuerpo policial, destacando que los oficiales íntegros y comprometidos con el deber son frecuentemente objeto de represalias. “El hombre serio en la Policía Nacional no vale un peso”, expresó, reflejando las dificultades que enfrentan aquellos que intentan trabajar con transparencia.

El caso de su propio hijo, Wendel Almonte, también miembro de la Policía Nacional, se convirtió en un tema central de la entrevista. Según Alejandro Almonte, el asesinato de su hijo, ocurrido el mes pasado, fue manejado con indiferencia por las autoridades, lo que demuestra la falta de eficacia en la atención a crímenes que involucran a miembros de la propia institución.

“No hay una policía preventiva; lo que tenemos son instituciones que persiguen a las víctimas en lugar de a los delincuentes”, subrayó Almonte, criticando el enfoque actual de la Policía Nacional.

Además, el abogado y defensor de los derechos humanos reveló que está escribiendo un libro titulado "Zancadilla Policial", en el que detallará las experiencias de abuso y traición vividas por él y otros compañeros dentro de la institución. En sus declaraciones, Almonte reiteró su compromiso con una reforma policial profunda y auténtica.

Finalmente, hizo un llamado a las autoridades, incluyendo al general Pedro Ignacio Matos Pérez, para que adopten un liderazgo ético que impulse la prevención del delito y erradique las prácticas corruptas dentro de la Policía Nacional. Según Almonte, el cambio es posible solo si hay voluntad política para promover una justicia verdadera y el respeto a los derechos humanos de los ciudadanos.

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