Francisco Ureña Moronta
La Vega, RD – Francisco Ureña Moronta, conocido popularmente como "Paco", ha denunciado haber sido víctima de constantes agresiones y amenazas por parte de su propia hija. Según su testimonio, en un incidente reciente, su hija se presentó en la madrugada acompañada de otra mujer, y ambas rompieron las ventanas de su vivienda lanzando piedras, además de quemar parte de su ropa.
Paco, visiblemente afectado, señaló que no entiende las razones detrás del comportamiento violento de su hija, pero afirmó que este tipo de acciones han ocurrido en varias ocasiones. Según explica, los conflictos suelen iniciar cuando él se niega a prestarle su motocicleta. Además, mencionó que las puertas de su casa han sufrido daños constantes como resultado de estos enfrentamientos.
Ureña Moronta también recordó un episodio anterior cuando, al intentar denunciar la situación en la fiscalía, fue él quien terminó detenido, lo que le generó un grave perjuicio económico y emocional, al pasar tiempo en prisión injustamente. Este hecho ha incrementado su frustración y desesperación ante la situación que vive.
La situación es aún más alarmante debido a las amenazas que ha recibido. Paco aseguró que su hija le ha advertido en varias ocasiones con "mandarlo a matar", y en una ocasión envió a varios hombres con ese propósito. Sin embargo, uno de los agresores lo reconoció, lo que evitó que se consumara el ataque.
Ante el miedo creciente por su vida, Francisco Ureña Moronta hizo un llamado desesperado a las autoridades para que intervengan en su caso. Asegura ser un hombre trabajador que no quiere problemas, pero teme que la situación pueda escalar y tener consecuencias trágicas si no se toman medidas a tiempo.
Este dramático testimonio pone de relieve la necesidad de atender casos de violencia familiar y las complicaciones que enfrentan las víctimas cuando buscan justicia. Es vital que las autoridades actúen con celeridad para prevenir desenlaces fatales y garantizar la protección de quienes, como Paco, viven en constante temor por su seguridad.