Ana Karina Ramos habla al país.
hace 6 meses · Actualizado hace 6 meses
Tras días de incertidumbre y preocupación, Ana Karina Ramos, la joven de 27 años víctima de un brutal ataque en Pedro Brand, ha sido dada de alta del hospital Vinicio Calventi en Los Alcarrizos.
Su salida del centro médico marca un hito en su lucha por recuperarse de las graves heridas sufridas, incluyendo un impacto de proyectil y otras lesiones causadas por un agresor aún desconocido. Desde que fue encontrada abandonada en Pedro Brand, Ana Karina ha enfrentado un camino difícil hacia la recuperación. Según fuentes médicas, su piel estaba afectada por microorganismos y gusanos, complicando su estado de salud inicialmente crítico.
El reciente testimonio de Ana Karina revela detalles desgarradores sobre el incidente. Ella afirmó no conocer a su agresor, identificado como Eduardo Guerra García, quien presuntamente se le acercó y manipuló su bebida en un colmado. Sus palabras describen un momento de desesperación y confusión, pero también de fe, mencionando la presencia reconfortante de tres figuras angelicales que la cuidaron durante su calvario. Parte de sus palabras textuales fueron:
“Yo siempre he sido una niña de fe y ahí yo no estaba sola, yo tenía tres ángeles, no le podía ver la cara, porque la luz tan iluminada que tenían en el rostro, pero le veía las manos y las batas blancas, y me daban como si fuera un jugo de caña a tomar”.
“Nunca me dio hambre, nunca me dio frío, nunca me dio sueño, nunca perdí el conocimiento tampoco, siempre estaba bien, herida…”.
El caso ha generado una profunda conmoción en la sociedad dominicana, con múltiples sectores siguiendo de cerca la evolución de Ana Karina y exigiendo justicia por el acto que casi le cuesta la vida. A pesar de las adversidades, el equipo médico del hospital Vinicio Calventi ha redoblado esfuerzos para asegurar su recuperación, un esfuerzo que ha dado sus frutos con su reciente alta hospitalaria.
La familia de Ana Karina y la comunidad continúan mostrando un fuerte apoyo hacia ella, esperando que este triste capítulo de su vida pueda cerrarse con el castigo adecuado para los responsables, con la esperanza de un futuro más brillante para la joven que ha demostrado una notable fortaleza en medio de la adversidad.
Esta continuación de la historia de Ana Karina Ramos subraya tanto los desafíos que ha enfrentado como la resiliencia que ha mostrado en su camino hacia la recuperación.
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