Fernando Berigüete

Santo Domingo.- Con profundo pesar y entre sollozos, Fernando Berigüete, el militar acribillado por delincuentes el Día de la Independencia mientras regresaba de su labor, fue sepultado en un sepulcro del cementerio Cristo Redentor.

Elogiado como un hombre bueno, amigable e intachable, la familia de Berigüete cuestionó la falta de seguridad por parte del Estado al que sirvió durante más de 20 años. La pregunta que resuena en esta dolorosa despedida es hasta cuándo la delincuencia seguirá arrebatando vidas valiosas.

La última salida de casa del Segundo Teniente Fernando Berigüete marcó el inicio de un destino trágico. Esta vez, no pudo encomendarle a su esposa el cuidado de sus hijos.

El llanto desgarrador de su hijo más joven conmovió a todos los presentes en la ceremonia final. Sobre su féretro reposaba la bandera nacional, mientras sus compañeros militares llevaban el ataúd en un último tributo. Berigüete fue acribillado por delincuentes en su camino de regreso a casa, sin respetar su uniforme y tras una jornada de trabajo dedicada a su patria.

El martes 27, Berigüete había formado parte del cuerpo de seguridad en el desfile militar en el Malecón de Santo Domingo, conmemorando el 180 aniversario de la Independencia. Así fueron sus últimas horas en la tierra.

A pesar de su trágica muerte, Berigüete dejó atrás muchas metas por cumplir y un profundo deseo de superación. Estaba en proceso de ascenso, a solo un mes de completar el curso básico para Oficiales en la dirección general de entrenamiento militar de San Isidro.

Con la partida del Segundo Teniente Fernando Berigüete, quedan tres hijos menores de edad huérfanos. La comunidad del Almirante en Santo Domingo Este se ve sumida en el terror debido a la creciente ola de inseguridad ciudadana.